No mOlEstEn...intEntO sObrEvivir!!

...suicidas

...mi trabajo es a veces bastante frustrante, pero nadie podrá decir que no variado...por de pronto hoy, aunque no habitual, me tocó llegarme a una via de un tren, donde un chico de diecisiete años se empeñó en que dos locomotoras y diecinueve vagones de bobinas de chapa de acero le pasaran por encima.
Todo hay que decirlo, las dos locomotoras y los diecinueve vagones no han sufrido desperfectos...En la vida hay que ver de todo, pero algunas cosas no debieran de ser ni para verlas...a lo largo de la grava, durante diecinueve vagones habia hojas en blanco, una zapatilla, un trozo, desgarros de ropa, algo de sangre y a la altura de décimo vagón una hoja de apuntes a mano que cogí y le llevé a la vuelta a un guardia civil con mala cara...los bomberos tampoco parecían demasiado contentos mientras apartaban partes del chico para que la máquina pudiera dar un poco de marcha atrás...soplaba un viento sur del carajo y llegaron la forense, un sargento y un fotógrafo de la policía judicial.
El tren arrancó despacio como en una ceremonia, el maquinista al otro lado, para no ver nada el hombre, carajo de día...fué haciendo sonar la máquina, un pitido insistente, como un toque de difuntos, lento, constante, mientras cruzaba todo el pueblo y se iba...
No le encontraban al chaval ni los bolsillos pero con la hoja manuscrita, unos apuntes de historia de filosofía se pudo determinar que era de segundo de bachillerato...descartado de un instituto cercano donde no conocían la letra y solo faltaban dos chicas mandaron por fax la hoja al otro instituto donde reconocieron la letra, al chico que faltaba y de donde llegaron un par de profesores y dos compañeros del chaval...no les dejamos pasar a verlo y al poco llegó un hermano andando como un sonámbulo sostenido por la prevención, certeza, convicción, miedo de que el que cubría una sábana al borde de la vía era su hermano.
El dolor verdadero es frio como una piedra helada, como un cacho de escarcha, como la dureza metálica de las vías...quiero ver a mi hermano, no puedes pasar, espera, mira ahora las fotos, sabes que reloj tenía, las zapatillas, la chaqueta...este verde hierba que te comes a mordiscos rabiosos. Está loco, está loco, está loco...tengo que llamar a mi padre, al fin lo ha hecho, cuando nos dijo que se cayó en la vía mentía, espera en la carnicería suya el padre, esperando quieto, más destrozado que el otro en la vía, seguro que no respira pretendiendo quizás que pase el tren, al menos este, que pase, que no pare aqui, que no sea el mio...hay círculos de pena verde alrededor, distancias que se abren manifiestas tan esféricas como explosiones de tristeza, echando fuera a todo y a todos...papa que es el.
Te llevamos a casa, monta al coche....rabia, ya se yo donde vivo...te llevamos anda, sube...no puede ser...porqueporqueporque...derecha, izquierda, frente, izquierda...luz de avería...una fachada de azulejo que se traga a uno detrás del otro, buscando al padre que ya se ha ido atrás, dentro a las cámaras quizás para con el frio no sentir más...
Me voy, ya no queda mucho más que hacer...
Descansa en paz chaval.